LA NIÑA DE BLANCO
Eres tan hermosa, tan hermosa que se me hace un nudo en la garganta. Naciste
para triunfar. No dudes cuando no tengas una respuesta inmediata. Cada cosa se
va aclarando poco a poco. Aprende a reír, a llorar..., disfruta de una buena
compañía y saborea de todos los bellos momentos, como este, por ejemplo.
Eres el diamante que brilla en la oscuridad. Iluminas mi corazón a
pesar de estar ¡tan lejos! Debería estar a tu lado pero ya es tarde, tú estas
con él y, yo me he quedado al otro lado con mis manos manchadas por tanto
dolor.
Eres el sueño que me acompaña allí donde vaya. Mi vida está bien, pero,
contigo sería mucho más feliz. ¡Ya no hay nada que hacer! Todo acabó. Cometí un error y no hay plan que remedie lo
ocurrido. Pasó y lo siento tanto..., tanto que no puedo respirar. Hinco mis
rodillas y te pido perdón.
Mi último deseo es que seas feliz.
VERÓNICA
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