−Tenía una vida, pero ya no la tengo. Tenía una familia, pero se ha
ido. Tenía un trabajo, pero me he quedado sin él. Tenía sueños, pero se han desvanecido. ¿Es
razón suficiente para querer morir?
−No. Tienes
derecho a luchar, por consiguiente a vivir.
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2017 Verónica Serrano. Todos los derechos reservados.
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