hace tiempo que no os pido nada.
Que no pongo el Belén,
que no rezo;
tampoco,
disfruto
mucho de la navidad.
Hace tiempo que dejé de creer.
Que no me río,
que no canto un villancico;
tampoco,
voy ya en
trineo.
Hace tiempo que no veo a los niños sonreír.
Que no se suben en mis rodillas,
que no me piden sus regalos;
tampoco,
oigo sus
voces.
Hace tiempo que perdí el espíritu navideño.
Que dejé el turrón,
que me encierro en mi habitación,
que estoy
triste...
© 2017 Verónica
Serrano. Todos los derechos reservados.
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