RENACER
Ya
no lloro por todo aquel que me hace daño
salgo
al balcón con alegría de poder mirar a lo lejos,
respirar
el aire y abandonar las preocupaciones.
Ya
no dejo que el tiempo pase
sin dar las gracias al que me hace bien.
Yo
he aprendido hacerme fuerte
escuchando a mi alma
y
cantando la música de mi vida.
Aprecio
todo lo bonito que me rodea:
un
gato vagando por el tejado
o a una pareja de tórtolas
buscando
un sitio para anidar…
Con
los ojos cerrados
cada
vez pienso más en positivo,
siento mi cuerpo que se eleva
y entro en un estado
de total relajación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario