HOY ES EL DÍA PARA HABLAR CONTIGO
Mi alegría por seguir
Hoy me alegro por mí: estaba en un profundo sueño al cual no pensaba despertar pero gracias a ti a cabo de hacerlo.
Da gusto volver a pasar mis dedos por encima del teclado de mi ordenador, hacia tiempo que no lo hacía.
Esa sensación o sensaciones que están entre la emoción, ilusión, alegría o placer...envuelven y recorren mi piel cuando mis dedos avanzan sobre las piezas que elocuentemente están insertadas en el ordenador. Las yemas de mis dedos, van despacio, primero; luego, siguen más rápido hasta que alcanzan una fluctuosa velocidad pero manteniendo la suavidad en cada una de ellas y sin perder la firmeza.
Ese gusanillo que estaba hace tiempo escondido vuelve a salir para recordarme que hay que seguir. Me dice que avance y que es mejor no mirar atrás.
...Y sentir la inmensa sensación agradable que recorre mi cuerpo me inunda de felicidad, me abre los ojos y me pregunto el porqué lo dejé. Pero el gusanillo, ahora despierto, no me deja mirar atrás. Entonces, avanzo hacia adelante, y escribo mis pensamientos que a la vez hago público. Estos son los siguientes:
Yo creo que todos nacemos con un gusanillo en nuestro interior. Es cálido, apacible, sensato, y bueno; y nos hace sentir vivos, alegres y despiertos.
Ese gusanillo se encuentra oculto en algún recóndito lugar, en lo más profundo de nuestro ser. Él se esconde allí rodeado por una gran cantidad de células que ocupan una parte de los misterios insólitos de nuestra vida.
Nosotros sin darnos cuenta le arropamos y alimentamos. A través de nuestros actos, de lo que comemos, de las conductas que optamos día a día... le hacemos crecer o no.
Nuestro gusanillo que se encuentra dormido, solo puede despertar si alguien o algo lo hace, aunque eso no sería posible si el propio individuo es egoísta.
El ser humano, es egoísta en sí mismo, siempre quiere más. Quiere tener muchas cosas pero no todas son satisfactorias y es justamente eso lo que hace quedarse atrás.
Por otro lado, el ser humano es inteligente por naturaleza. Y gracias a eso, el individuo podrá encontrar su lugar en el laberinto donde éste se encuentre. Es decir, solo si el ser humano se dispone a realizar su propia auto-evaluación, podrá encontrar el cambio en sí mismo. En definitiva, al lograr reencontrarse con su propio ser, con el "yo soy", podrá abrirse ante un sinfín de posibilidades para mejorar su auto-concepto, y por tanto podrá valorarse adecuadamente. Cuando logra una buena autoestima, el gusanillo que está en su interior despierta. Y una vez despierto el ser humano encuentra la felicidad, la armonía, las ganas de vivir, en definitiva la ilusión.
Después del razonamiento mostrado anteriormente, nos podemos preguntar: "¿Exactamente quién o qué lo puede despertar?" Pues, podría ser un pensamiento, la fuerza de voluntad, un amigo o amiga, un familiar, un buen consejo, un paseo en solitario, un viaje, unas adecuadas palabras en el momento y lugar adecuado... Como veis hay infinitas respuestas... De todos modos el gusanillo necesita estar fuerte para despertarse, es decir debe de estar saludable, que esté bien cuidado. Por eso, creo que cada uno de nosotros deberíamos cuidarlo, mimarlo cada día, porque nunca se sabe cuando nos va a hacer falta.
Ningún minuto
de nuestra existencia
debería pasarse
.sin algún placer
William Shakespeare
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